sábado, 8 de mayo de 2021

La Junaaya - Honda wayuu

Es una herramienta ancestral, con el cual se lanzan piedras. Se utiliza para cazar pequeños animales y aves. Utilizada también para espantar las aves que llegan a las rozas o huertas wayuu para comerse las semillas sembradas o los frutos.


El niño wayuu acompaña a sus mayores para aprender el oficio del cultivo tradicional, en esa interacción va conociendo los aspectos básicos de dicha labor. Allí colabora a medida que sus posibilidades se lo permitan, colocando las semillas, por ejemplo. De esta manera empieza a darle la importancia de esta actividad, como medio principal de subsistencia. En ese espacio, la Junaaya se convierte en un elemento indispensable para ahuyentar aves o animales que buscan acabar con los sembrados, el niño aprende su uso y técnica para tirar de los mayores, también su elaboración.



La Junaaya se elaboraba anteriormente a partir de la fibra sustraída del Trupillo, árbol muy común en el territorio wayuu. Es un tejido realizado por el hombre. Hoy en día se teje con hilo comercial. En el libro Walekerü, Ramírez y Pocaterra (1995) la describen de la siguiente manera:

“La Junaaya es un tejido de red o malla hecho en aipisü o en fique, que termina en dos cuerdas largas. Dentro del tejido se coloca una piedra, que se impulsa y se lanza airando las cuerdas en el aire. Para tejer la honda se toma una cuerda retorcida, de un metro de largo y a partir del centro de ésta, con la asonia o aguja de coser, se comienza a atravesar un hilo delgado que se va entrelazando sobre sí mismo, resultando un tejido de mallas. El hilo va pasando por entre las mallas creadas y sigue atravesando la cuerda, para crear nuevas mallas en cada carrera, dejando un tejido más o menos tupido, que usualmente crece en forma de hoja. Así se termina el tejido de la Junaaya, que puede medir entre doce y quince centímetros de largo por tres a cinco de ancho y las puntas de la cuerda rematan en un nudo o en flequillos.” (p. 131)

En los ratos libres, niños y jóvenes salen a cazar aves, también se hacen competencias de puntería con este instrumento. Hoy en día su uso se ha limitado a las muestras que se hacen en los espacios escolares. Los jóvenes conocen poco de su uso y elaboración.


Niño wayuu con su honda.

En la cultura mexicana encontramos una herramienta parecida a la Junaaya, el Tematlatl, honda para tirar piedras, anteriormente utilizada para la defensa contra los ataques de los españoles que llegaron a conquistar el territorio mexicano. El Tematlatl era tejido con las fibras que se sacaban del Maguey.

Maestro usando la tematlatl

Al sur del continente, específicamente en la etnia Ranquel (Argentina) encontramos otro elemento similar llamadas “boleadoras”, utilizadas ancestralmente para cazar el Choike, ave parecida al avestruz, muy común en territorios de la Patagonia. Es sorprendente encontrar similitudes en algunas prácticas e instrumentos indígenas a lo largo y ancho de la geografía americana.

Boleadoras


Referencias bibliográficas

1. Ramírez Zapata, Martha, & Pocaterra, JorgeWale Keru. Primera parte (1995)


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