El patrimonio lúdico wayuu es diverso, en el encontramos un numero variado de prácticas corporales, cada uno de los cuales es llevado a cabo en un espacio de tiempo y escenario específico dentro del territorio.
Juguetes de la etnia wayuu. |
Algunos juegos se practican en el seno del hogar, otros en los jagüeyes y arroyos, en la playa, o en los largos caminos por donde transita el wayuu. Hay juegos que necesitan de la construcción de algún elemento o recurso en especial para su práctica, como el trompo, el arco y la flecha o conseguir piedras y varitas, estos elementos son tomados de la naturaleza. En otros casos solo se necesita del propio cuerpo para la práctica, como en la lucha libre wayuu (Aapirawaa).
Como materiales de juego o juguetes utilizamos: piedras, muñecas de barro, trompo hecho con el fruto de una planta llamada calabazo, arcos y flechas, trozos de cardón, pedazos de hilo. Con estos elementos nos recreamos y se transmite el saber cultural de nuestro pueblo.
Anteriormente la práctica regular y
constante de los juegos ancestrales le permitía al ser wayuu mantener una
estrecha relación con su entorno y naturaleza. Desde temprana edad aprovechaba
los recursos que le ofrece la naturaleza para elaborar sus materiales de juego.
De esta manera fue construyendo un conocimiento sobre el entorno y de todas las
posibilidades que la naturaleza le ofrecía, en lo recreativo, para la salud, la
alimentación y todo lo que tiene que ver con la subsistencia y pervivencia.
Por medio de este vínculo los niños y
jóvenes desarrollaban valores, habilidades y conocimientos que le permitían
formarse de manera integral. En la actualidad se está evidenciando una gran
disminución en la práctica de los juegos ancestrales, lo cual está rompiendo la
relación que existe desde siempre entre el hombre y la naturaleza. Esto hace
que las nuevas generaciones wayuu crezcan sin poder conocer de los juegos
ancestrales y de la naturaleza, de todo el conocimiento cultural que en ella
existe.
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