La educación wayuu, es un proceso formativo en la vida y para la vida, a través del cual se Aprenden normas como la cortesía, los valores, la reciprocidad como apoyo mutuo, el trabajo colectivo y labores cotidianas. También se asumen actitudes y comportamientos de acuerdo con los preceptos culturales en la búsqueda de una formación integral orientada a promover las cualidades de la persona de bien. Tiene como propósito “educar para bien”, que se desarrolla básicamente en la etapa de la niñez y la adolescencia.
El proceso de enseñanza - aprendizaje se desarrolla en un espacio territorial específico, en el que se dan las condiciones espirituales, materiales, culturales y naturales que le favorecen al niño, a la niña y a los jóvenes, el desarrollo de actividades que le permiten trasmitir y dinamizar el saber cultural. En este sentido, la construcción del conocimiento presenta las siguientes características:La oralidad, entendida como el mecanismo para la difusión, producción y reproducción de los saberes culturales de generación en generación. En este aspecto los mayores mediante relatos y consejos orientan el aprendizaje de las nuevas generaciones.
La espiritualidad, orienta los principios del bien individual y colectivo que rigen la vida del ser wayuu; mediante relatos e interpretación de mitos, cuentos, y sueños; que se materializan a través de las prácticas de rituales.
La observación, la imitación y la manipulación directa, la experimentación y la asistencia e instrucción de los adultos, en la práctica y por medio de la oralidad. Son prácticas propias de esta cultura puesto que los niños aprenden del medio social y natural donde viven; los niños realizan las diferentes actividades en la cotidianidad, tales como: el pastoreo, los oficios del hogar, y la participación en eventos sociales, entre otros.
La convivencia, la interacción social está regulada por las normas y leyes propias de la cultura, las cuales garantizan el control sobre las formas de actuar y relacionarse de manera armónica con el entorno social y natural.
Este proceso, además de las características antes descritas también está relacionado con desarrollo de las actividades productivas propias (pastoreo, cultivo, pesca y artesanías) las cuales además de generar ingresos, son parte esencial para la formación de una persona de bien, de acuerdo a usos y costumbres del ser wayuu.
Es importante recalcar que la enseñanza para el Wayuu no está restringida ni a tiempos, ni a espacios, ni a contenidos específicos, la enseñanza tradicional se basa sobre todo en la participación directa del niño en todas las actividades de los mayores.
Para describir el proceso de enseñanza y aprendizaje en el pueblo wayuu tomamos como ejemplo el caso del tejido, el cual es una de las principales actividades productivas que se desarrollan en la cultura. Esta práctica ancestral se ha transmitido de generación en generación por medio de la oralidad y la práctica. Los niños y niñas, desde muy temprana edad se sientan alrededor de sus madres y abuelas para colaborarles a enrollar el hilo o a desenredarlos, hacer trenzas o simplemente jugar a la soula (Formar figuras con el hilo). Por medio de la imitación, la manipulación y las indicaciones de madres y abuelas se aprende el arte del tejido. Las mayores se encargan de explicarles la importancia del tejido como medio para la subsistencia y preservación de la cultura. De esta manera el wayuu va adquiriendo valores, conocimientos y habilidades que le van a permitir asumir correctamente su rol en la familia y comunidad.
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