Wayunkeera - Muñeca de barro.

 

Wayunkeera, muñeca de barro.

Las Wayunkeera son las muñecas tradicionales de las niñas wayuu. Son elaboradas con barro de jagüey (Fuente principal de agua para el wayuu). En este espacio las abuelas y madres les enseñan a las niñas a moldear con sus manos el barro para formar las muñecas con creatividad y a su gusto. Cuando ellas van a lavar al jagüey o a buscar agua aprovechan para enseñarles a los más pequeños a jugar con el barro. Las niñas elaboran sus muñecas y los niños animales u objetos propios del entorno wayuu. La Wayunkeera no tiene rostro humano, su rostro es de animales.

Cuando las Wayunkeera están secas se llevan a casa para jugar con ellas. Se le construyen sus casas, cocina, enramadas y corrales, todo en miniatura.

Jugar con el barro es una práctica ancestral. Desde tiempos antiguos, los niños y niñas wayuu juegan a imitar la realidad del entorno familiar y comunitario por medio de la elaboración en miniatura de animales, objetos y personas. Estos son nuestros verdaderos juguetes.

La muñeca es la representación de la misma niña, de su cuerpo, corporeidad, de su visión y pensamiento, de cómo quiere verse y sentirse en la etapa adolescente o adulta, de su identidad como wayuu. Por eso la adornan con mantas elegantes, pañolones y collares. Se les coloca collares para que la niña que juega con ella también las use durante su vida.

Por medio de la elaboración de la Wayunkeera se transmiten conocimientos ancestrales importantes para la formación de la mujer wayuu como valores, actitudes, saberes y destrezas que le van a servir para desempeñar su rol en el ámbito familiar y comunitario de manera adecuada. Las mayores cumplen un papel muy valioso en esta actividad, su trabajo va más allá de enseñar el moldeado del barro. Ellas en cada movimiento de amasado del barro están permitiendo que las nuevas generaciones construyan un conocimiento sobre ellos mismos y su entorno. Mediante la práctica de esta actividad lúdica se fortalecen los vínculos intergeneracionales entre los wayuu, se desarrolla y fortalece el concepto de familia y comunidad, los valores personales y colectivos que caracterizan al ser wayuu.

El moldeado del barro desarrolla la motricidad fina en ellas, aspecto motriz muy importante para la realización de actividades como el tejido, pero su práctica tiene también influye en el desarrollo de otras dimensiones como el afectivo, comunicativo y cognitivo. Esta actividad lúdica permite la conexión armónica con los elementos naturaleza: el barro, el agua, el aire, el sol. De esta manera el wayuu va reconociendo la importancia del entorno y los elementos que en él se encuentran.